Crisis sanitaria y pesca artesanal: infraestructuras, focos y vectores
Por: Isabel E. Gonzales. Fuente: pagina de red Grade
Aunque la pesca artesanal continuó sus actividades durante la cuarentena, la crisis por la pandemia ha impactado en el sector. Una serie de contagios recientes en transportistas y comerciantes ha paralizado la actividad. Esto ha provocado la precarización económica de sus trabajadores y ha aumentado el riesgo de contagios. En este artículo, revisamos el problema y brindamos medidas urgentes de control de la propagación.
Por su rol clave en el abastecimiento de alimentos, la pesca artesanal y sus actividades conexas fueron exceptuadas de la inmovilización obligatoria impuesta por el Estado de Emergencia a raíz del COVID-19. A pesar de ello, la crisis sanitaria ha impactado de manera negativa al sector. Durante el mes de abril se detectaron contagios en usuarios de varias infraestructuras de descarga y comercialización. Esto no solo ha generado la paralización de la actividad y la consecuente precarización económica de los trabajadores pesqueros, sino también el incremento del riesgo de contagio entre los habitantes de las caletas pesqueras.
En las provincias pesqueras de Sechura y Pisco, donde miles se emplean en distintos eslabones de la cadena productiva de la pesca y maricultura, la enfermedad se ha concentrado principalmente entre transportistas y comerciantes intermediarios, dueños de cámaras frigoríficas. Allí, los desembarcaderos pesqueros artesanales (DPA) y mercados mayoristas 3 se han transformado en las puertas de ingreso del virus a las comunidades pesqueras, y los transportistas y comerciantes intermediarios en sus principales vectores. Sin embargo, los procesos de transporte y comercialización en el abastecimiento de productos hidrobiológicos siguen sin ser objeto de regulación en el marco de la pandemia.
Un caso representativo es el del DPA José Olaya Balandra del distrito de San Andrés, principal centro de desembarque y acopio de Pisco y punto de abastecimiento de los Terminales Pesqueros de Villa María del Triunfo y Ventanilla en Lima. A inicios del mes de abril cuatro comerciantes intermediarios sanandresinos dieron positivo para COVID-19. Según el recuento de los casos, los contagios se habrían dado en el Terminal Pesquero de Villa María del Triunfo. Cabe señalar que, a un mes de ese episodio, San Andrés cuenta con el mayor número de contagios en la provincia: 41 casos de un total de 111.
Como medida preventiva cuatro DPA de Pisco5 han permanecido clausurados todo el mes de abril; seis DPA6 de Arequipa frecuentados por comerciantes de San Andrés fueron clausurados por una semana; y el Terminal de Villa María se mantuvo cerrado por quince días para la desinfección de la infraestructura y la implementación de protocolos para prevención del COVID-19. Como consecuencia el abastecimiento de recursos hidrobiológicos para la ciudad de Lima se interrumpió por quince días, pero aún después de reiniciada la atención, los volúmenes de comercialización no se han recuperado.
Abastecimiento de recursos hidrobiológicos en el Mercado Mayorista de Villa María del Triunfo (kg/día, abril 2018-2020)
Fuente: PRODUCE7.Elaboración propia.
En Pisco la necesaria clausura de los DPA, acompañada de operativos para evitar la descarga en zonas no permitidas, han paralizado la actividad de miles de pescadores, estibadores, comercializadores, transportistas y procesadores, que no perciben ingresos hace ya un mes. En Sechura, donde los DPA se mantienen operativos, pero los servicios de salud han evidenciado su precariedad, los pescadores han suspendido sus faenas de forma voluntaria para evitar el contagio. Si bien el DPA José Olaya se mantiene a la espera de su próxima reapertura, un sector de la población se opone por temor a que se vuelva un foco infeccioso.
A inicios del mes de abril SANIPES publicó una guía que detalla las medidas a implementar en las infraestructuras pesqueras para evitar la propagación del COVID-19, sin embargo, esta no considera acciones claras respecto a las unidades de transporte, cuyos agentes cuentan con mayor movilidad, y son punto de contacto entre localidades pesqueras y espacios de aglomeración como los Terminales Pesqueros. En necesario que los DPA cuenten con medidas que garanticen las condiciones sanitarias de sus usuarios, esto resulta mas urgente en zonas alejadas donde el acceso es complicado y los servicios de salud son precarios o inexistentes.
Se deben regular las condiciones sanitarias en, y entre, unidades de transporte y moderar el contacto entre comerciantes y transportistas. Para ello se requiere que las medidas de control se amplíen más allá de los márgenes de las infraestructuras pesqueras y de los agentes estáticos del comercio8. Se recomienda, por ejemplo:
Establecer medidas estrictas de distanciamiento entre cámaras y restringir la circulación de comerciantes y transportistas tanto al interior de los DPA y Terminales Pesqueros, como en los estacionamientos e inmediaciones donde la actividad comercial suele extenderse.
Controlar la temperatura a transportistas y comerciantes al ingreso a las DPA y Terminales Pesqueros.
Realizar campañas de despistaje de COVID-19 y dirigidas a comerciantes y transportistas en los DPA y Terminales Pesqueros. Esto debe incluir no solo a comerciantes residentes sino también a visitantes que podrían ser portadores.
Promover el uso de transferencias bancarias por aplicativo para las transacciones entre comerciantes/transportistas y comerciantes de los mercados mayoristas y minoristas, y así evitar el contacto mano a mano y en la manipulación del dinero.
Fomentar la participación de los miembros de las organizaciones de pescadores artesanales en las actividades de monitoreo y vigilancia en las infraestructuras pesqueras que administran.